¡Que fácil es criticar desde afuera!
En mi cuaderno de ajedrez, el original, la siguiente partida, figuradesde hace ya unos cuantos años, bajo el titulo "Suicidio Blanco":
Bronstein,David I - Petrosian,Tigran V [B12]
URSS-ch27 Leningrado (13), 1960
1.e4 c6 2.Ce2 d5 3.e5 c5 4.d4 Cc6 5.c3 e6 6.Cd2 Cge7 7.Cf3 cxd4 8.Cexd4 Cg6 9.Cxc6 bxc6 10.Ad3 Dc7 11.De2 f6 12.exf6 gxf6 13.Cd4 Rf7 14.f4 c5
Si fuese cuestión de elegir, preferiría jugar con las negras.
El negro ha jugado la fase anterior muy bien y tiene una muy buena partida por delante. Sin embargo el blanco, -dada la no tan segura posición del rey negro-, tiene también sus chances.
En su momento lo que sigue a continuación me dejó atónito:
15.Dh5
¿Qué es esto? ¿Realmente Bronstein entiende que se puede jugar esto? ¿Acaso no ve que esto es un suicidio? ¿Cómo se le pudo ocurrir ir tras una miserable calidad en una posición de este tipo?
15...cxd4 16.Axg6+ hxg6 17.Dxh8 dxc3
Calcular hasta aquí para un jugador de la clase de Bronstein es un simple juego de niños, por tanto, realmente no entiendo que fue lo que consideró al ir tras la ganancia de la calidad. La posición negra se juega prácticamente sola y es el blanco quien tendría que hacer maravillas para no perder inmediatamente.
18.Dh7+ Ag7 19.Ae3
Era mejor 19.0-0 pero aún así la posición del negro sería un sueño.
19... cxb2 20.Td1 Aa6 21.f5 exf5 22.Dh3 Dc2 23.Df3 Ac4 0–1
Conclusión: Sólo a Bronstein se le ocurre comerse semejante calidad. A mi esto nunca me pasaría...
Y sin embargo...
Ifrán,Maximiliano - Ulaneo,Matías [C10]
Preliminar del Interior Paysandú (7), 23.02.2009
1.e4 e6 2.d4 d5 3.Cd2 dxe4 4.Cxe4 Cd7 5.Cf3 Cgf6 6.Cxf6+ Cxf6 7.Ce5
Sorpresa, en este momento recordé esta paradójica jugada y me pareció una buena elección práctica. Una idea tomada de la partida clásica Capablanca - Blanco, La Habana 1913 que figura en todas las biografías del ex campeón cubano.
7... c5
Mientras mi rival pensaba, yo también trataba de recordar que había jugado Blanco (el rival de Capablanca). Y sobre todo ¿cómo se podría castigar la natural 7...c5?
8.Ab5+ Cd7
No está tan claro que no se pueda jugar 8... Ad7 ya que tras 9.Cxd7 existe 9... Da5+ y el juego se complica.
9.Axd7+ Axd7 10.Df3
Mientras mi rival pensaba su jugada 7 yo había llegado a esta posición y pensado que ¡¡grande Capablanca!! Al darse en el tablero la verdad es que ya estaba velando a mi rival.
10... f6 11.Dh5+ Re7
Llegado este momento miré rápidamente las variantes que comienzan con 12.Df7+ y no viendo ningún "mate", decidí que quería algo más tangible. Así que...
12.Cg6+??
Ganando la calidad y luego ya vería como ganar la partida. Esta horrible idea es tanto, o más horrible, que la de Bronstein porque en mi posición el blanco tenía la ventaja mientras en la del GM el juego estaba más o menos equilibrado. La tentación de ganar la calidad es un grave error. Tras ello las piezas negras se activan de muy buena manera:
12... hxg6 13.Dxh8 cxd4
Aquí, al entrar a realmente pensar, me dí cuenta del error. No es tan sólo que ya no veía ninguna ventaja, sino que la posición cada vez me gustaba menos. Hubiese estado dispuesto a cambiar de colores con mi rival. Por suerte se me ocurrió una idea interesante para salir del problema, ahora había que ver si mi rival me dejaría:
14.0–0 Rf7 15.c3
La primer trampa. Dependiendo de lo que jugase mi rival, seguiría pensando o utilizaría mi trampa de reserva:
15... Ac6!
Bien jugado, el negro no permite que se abran columnas para que mis torres entren en juego. La posición se está yendo de las manos es hora de recurrir a la siguiente trampa por que de lo contrario me van a ganar:
16.Dh3
Ofreciendo: ¡¡tablas!! Mi rival tras pensar un rato, aceptó. Tal vez su reacción estuviese influida por lo que pasó anteriormente en la partida. Sin embargo esto es un error, el juego negro es mucho más fácil que el del blanco. (Cosa de la que yo no tenía la menor duda) Las negras debieron haber continuado jugando.
Por mi parte creo que hice muy bien en elegir el momento en el cual proponer las tablas porque si esperaba un par de jugadas más mi rival probablemente hubiese preferido seguir jugando.
½–½
Moraleja: No sólo Bronstein se empacha con calidades de dudosa digestión. Por favor esté atento a no ser uno más en la lista de "englutidores" de torres.
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