Muchas veces leemos que la apertura es una cuestión de conceptos más que de memorización. Eso es bastante cierto, pero hasta cierto punto. En determinado nivel de juego los conocimientos concretos de las aperturas pesan una enormidad, y uno simplemente no puede ni debe confiar simplemente en haber aprendido los conceptos de una apertura o línea. Principalmente porque aún en el caso de haber resuelto todo correctamente (y que conste que esto es muy dificultoso de por si) el gasto de tiempo y energías se empezará a notar más adelante en la partida.
Vean lo que le paso a Crosa en su partida de la 10a ronda contra Rodríguez, cuando este le preparó una línea moderna que tiene poco de concepto y mucho de concreto:
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