miércoles, 30 de marzo de 2016

Confesiones de dos adictos

Hace ya mucho tiempo que leí, y me sentí totalmente identificado, el siguiente "testimonio" del MI Raúl Ocampo:

Primer testimonio:


Me confieso un enfermo, pues durante muchos años era capaz de gastarme hasta el último céntimo en libros de ajedrez. Cada centavo que me daba la familia para tomar un tranvía y viajar a mis clases en la muy vieja preparatoria de Licenciado Verdad, lo gastaba en libros y hacía todos los días el trayecto a pie. Bueno, eso fue antes de que ganase algunos torneos y pudiera unir los premios en metálico a lo producido por las ventas de los premios en trofeos y medallas.

Pero a pesar de que yo devotamente deseaba emplear todo mi dinero en libros y revistas de ajedrez, a veces no aparecían en las librerías documentos, textos o cualquier material sobre ajedrez. 

No se cómo era posible que en una ciudad de seis millones de habitantes no encontrase libros que no hubiese ya conseguido. 

El caso es que los libreros me fallaron, por más que gasté horas y horas recorriendo librerías de libros usados. 

El solo leer castellano me limitaba mucho. Incluso me había dado el lujo de no recolectar los numerosos libros de ajedrez en inglés que estaban en la biblioteca de mi abuelo. Sobra decir que de él heredé mi bibliomanía y esa costumbre de tutearme con los ratones.

Entonces a estudiar inglés y recolectar lo de mi abuelo para empezar, ya le tocaría su turno a la librería American Books Store. Y así fue. Después de juntar unas decenas de libros de ajedrez en inglés de mi abuelo, el más reciente de 1938, comencé a incursionar en las librerías con libros americanos e ingles de ajedrez. Primero eludí las librerías británicas por careras y porque en la American, había todavía mucho que comprar, como colecciones de la Dover. Fui ascendiendo en
premios de ajedrez y pase de la Dover a la muy cara Batsford. 

Además se dio el fenómeno que muchas personas me regalaban libros, era como regalarle droga a un drogadicto. Me estaba actualizando. 

Un director de torneos, el eventual Arbitro Internacional de Ajedrez Alejandro Baéz Graybelt se burlaba de que jugaba yo como era la moda de los años 30s del siglo XX. ¿Cómo podría ser de otra manera si más de 500 libros de ajedrez del abuelo eran lo que estudie antes de llegar a ser maestro? El caso es que decía que parecía de la generación anterior a la de él, que era casi 40 años mayor que yo. 

Pero con la Batsford y la escaques conocí a la escuela soviética y un amigo, tan vicioso como yo en lo que toca a los libros y al ajedrez, me mostró un nuevo mundo: las librerías de libros soviéticos y la manera de suscribirse a revistas soviéticas de ajedrez.
 
Me hundió totalmente. Me mostraba una versión mas poderosa, pero que nunca se acaba de mi droga. Y me hundí en el vicio. Caí en lo más bajo de la condición humana por la desesperación de entender lo que decían. Aún no cumplía 15 años y ya era un vicioso sin remedio. No solo ya necesitaba comprar libros de ajedrez en ruso, sino montones de volúmenes de otros temas. Ya mis ojos tenían grabadas letras en cirílico.

Pero de tanto libro soviético, empecé a pensar en otras cosas aparte del ajedrez y así estaba por hacer mi primer ingreso a una prisión. Ya bastante malo era que leyera ruso e inglés, comencé a pensar con independencia. Estaba con el problema entre admirar a Lenin o a Benjamin Franklin, y eso seguro desquicia a cualquiera.

Seguía recolectando, además de que ya tenía todo tipo de enajenantes intereses. Ya el dinero no se gastaba nada más en ajedrez y como dice Machado: “Ni un seductor Mañara ni un Bradomín he sido, pero ….ame cuanto ellas puedan tener de hospitalario”.

Ya con tanto vicio, tuve que bajar un poco el desmedido entusiasmo en cualquiera de ellos y los fui moderando por separado para seguirlos en conjunto. 

Entre ellas, los libros, el ajedrez, la vida se me hizo un yogurt. Ahora al mirar atrás, veo que para ser un vicioso no la he pasado tan mal y que si como Pito Perez, estuve de soldado, de encarcelado, de burócrata y me acusan de rojo y azul, pues simplemente así se dieron las cosas. 

Y como todo cambia, así fue cambiando y la dicha vino, pasó y volvió a venir, en un continuo bamboleo más que péndulo. Y así la droga cambio y de los libros bellos, que aún no suelto, pase a los ebook. Miles en español, inglés y ruso, luego me topé con los que están en checo, serbo croata y turco; y como sea voy por ellos.

Fiel a mis vicios, ya mi vida es un yogurt completo, pues ni a los libros, ni a ellas, ni a Lenin, ni Franklin, los entiendo.
 
Ya tengo más la mano en un mouse o en un teclado que sobre una hoja de papel y una pluma. Ya no conozco las librerías de “viejo”, pero si conozco los sitios más raros del Internet y una señal en mi pantalla me recuerda, como índice acusador, que mi versión de antivirus tal vez sea ilegal.



Segundo testimonio:
Sí, sí, yo también me confieso un enfermo y mi historia es bastante similar a la del maestro. Pero con una salvedad que tal vez la potencia o la apacigüe, realmente no lo sé. Es que mi país es mucho más chiquito que el del maestro. Si a él le costaba encontrar libros en una ciudad de seis millones de habitantes, imagen ustedes lo difícil que puede llegar a ser si uno vivió, hasta la adultez, en una ciudad de no más de veinte mil personas y en un país de apenas unos tres millones de habitantes. En una situación de esas características, cuando un  "bichito" como ese te pica.... estas realmente "hasta las manos" y más allá.
Todo empezó muy inocentemente, como siempre suele pasar. Que ves un librito en alguna librería, no estoy seguro de si es Dios o el diablo quien te dejó este dulce justo ahí, porque luego no hay forma que el "milagro" se repita. No, luego tendrás que recorrer, meterte en sucuchos, preguntar y soportar que te miren "raro", que te roben descaradamente por un libro que se editó hace al menos treinta años y se llamé, por decir algo,: "Lo último en Aperturas modernas", y tu a sabiendas que ya no sirve más, que no debes comprar un libro antiguo de aperturas, que no puedes gastarte ese dineral, lo dejes de nuevo en el estante con la sensación de abandonar aún amigo ahí, para que se lo coman los lobos. No hay caso, yo era un enfermito y "de los buenos",
Y así fue la cosa hasta comienzos del actual siglo, consumiendo de ratos. Habiendo aprendido ingles a fuerza de leer y releer, una y otra vez, las mismas revistas que tenía de "New in Chess", pidiéndoles a los amigos que me hagan el favor de fotocopiar tal o cual libro que yo sabía que ellos poseían (Ah!! por que ese es uno de los "súper poderes" que uno desarrolla con esa adicción, basta haber entrado a tu casa una vez, haber visto lo que hay en tu biblioteca un ratito, para que nunca más nos olvidemos de aquello que tu tienes. Es más, te podemos decir exactamente dónde está, color de la tapa y, si eres de confianza, te diremos que no te gastes en leer el libro que está al lado por que es muy malo!). Leyendo en la página de inforchess las columnas de Raul Ocampo sobre libros, como si se tratase de las historias del mítico Sandokán, o más precisamente se me asemejaba muchísimo a leer por fascículos la "isla del tesoro". 
De repente aconteció el big bang!! Justo en mi cara, justo cuando estaba en lo que, hasta el momento, ha sido mi mejor condición física, justo en los minutos antes de entrar al gimnasio. Le pregunto vía msn al MN Guillermo Carvalho si él tenía uno de los libros - él había dado a entender esto en un mail de grupo - de Mark Dvoretsky (con la clara intención de, ante una contestación en positivo, rogar su "fotocopeo" urgente y me lo mande (desde la capital Montevideo a mi departamento: Treinta y Tres). La respuesta me dejó estupefacto: me dijo que él lo había encontrado en la web donde se podía bajar. ¡¡¡Plop!!! ¿Todo el libro? fue lo primero que me salió preguntar. Tras pedir que me lo repitiera, explicara bien el asunto y casi con ganas de pedirle que me jurará por lo más sagrado que no era una broma y no estaba jugando con mis sentimientos, le pedí los datos de este "deseo hecho realidad" y me sumergí en este mundillo del que sólo había oido las extraordinarias hazañas del bucanero Raul Ocampo.
Por Dios santo, estaba totalmente frito! yo lo sabía y, lo mismo, me deleitaba en mi situación!! Aún sin computadora propia, aún sin internet propio, sólo con acceso a los populares, por aquellos días, "ciber cafes" y a las impresiones de los libros que allí me permitían hacer, el acceso a esa cantidad de la droga era impresionante. Bajar, bajar y bajar, al medio día - cuando era hora de cerrar en mi trabajo - de noche antes de entrar en el gimnasio - dejar bajando y volver luego.... Bajar!!!! Grabando luego en CDs, luego en DVDs (que gran avance!!!). Buscar nuevos sitios, nuevos medios de intercambios de datos: Emule, Ares y todas esas cosas raras. En pdf primero, luego en djvu, luego videos!! pufff
y así estamos: Totalmente perdido!! Desde que tengo internet propia, creo que no ha pasado un día - repito ni un día!! - en que no haya bajado material de ajedrez…. Sí. ya sé, un enfermo importante ….. pero que bien se está con esta enfermedad!! 

Tras todo esto... nos vemos en un par de días con algo más técnico!!

miércoles, 16 de marzo de 2016

Visualización "a la Svidler"

No hay nada como la experiencia propia, te lo pueden decir, lo puedes leer, pero si tu lo "vives", si lo ves, todo queda muchisimo más claro...
Estaba a punto de empezar mi clase con un alumno, preparada de ante mano ya que estamos en medio de una práctica deliberada para inculcarle una herramienta importante para su desarrollo, cuando él me comenta que hacía tiempo que no hacíamos unos trabajos de visualización. Al empezar a indagar del porque de esta repentina idea, él me cuenta que está mirando el torneo de candidatos y vio a Peter Svidler hacer eso que yo le había explicado y enseñado: no mirar al tablero mientras calculaba.

Típica postura de Svidler cuando intenta recordar sus análisis o está calculando profundamente.
Otra de sus posturas aunque esta me recuerda más a la Boris Gelfand

 Comprendiendo que mi alumno estaba cautivado - a mi me pasó lo mismo cuando en su tiempo vi a fines de los 90 a el GM argentino Hugo Spangenberg hacer lo mismo - por esa experiencia tan resiente y en cierta manera "mágica" decidí que, ya que hay que es trabajo del entrenador alentar esta pre disposición a un trabajo particular, dedicar la clase de ese día a explicarle como él podía, con su propio material disponible, entrenar esta habilidad. En realidad el método no tiene nada de novedoso y tal vez sea uno de los más antiguos: consigues una revista, libro, o lo que sea, con una partida bien comentada y sigues en tu tablero sólo las jugadas realizadas en la partida mientras que tu trabajo consiste en ir siguiendo todas las variantes que se den como comentarios en tu cabeza. Es muy importante que intentes entender realmente la evaluación final de la variante dada por el comentarista; digamos que este de una secuencia, por decir algo, del tipo 23.... Axe4 24. Td7 Rf8 25. Tb7 con ventaja de las blancas, tu debes no solo seguir mentalmente la secuencia sino ver si tu imagen mental realmente es de ventaja de las blancas sino lo tienes claro vuelve a repasar la secuencia mentalmente yendo más lentamente "mientras desplazas tus piezas mentalmente" si aún asi tu no ves la ventaja: hazla en el tablero y ten presente si tu posición mental era la misma que la que tienes en el tablero al final de la línea de ser asi ahora mira si realmente hay ventaja del blanco (porque puede darse el caso que el comentarista esté equivocado!!). Para los jugadores más fuertes digamos por encima de 2100 una partida con análisis tipo informator será útil, mientras que para jugadores más debiles mi consejo es que los comentarios tengan explicaciones con palabras a parte de sólo variantes ya que será más a meno el trabajo.

Como ya dije esa es una de las formas más antiguas y por tanto ha sido usada por muchas generaciones de jugadores.

Para finalizar este post voy a proponer otra forma de trabajo y es la resolución "mental" de problemas "sencillos" como son los mates en 2 jugadas. Este método lo propone el GM Vladimir Popov a quien le dieran el título de "Entrenador emérito de la URSS" y los dos primeros ejercicios son de su libro "Chess Lessons", los 3 restantes son anexos mios para este trabajo. Pd: tengo muchos más anexos pero la intención de este blog siempre ha sido la de enseñar a pescar y no la de dar el pescado.

Los jugadores más fuertes deberan sacarlos "en el aire", cerrando los ojitos e imaginando tablero y piezas, los no tan fuertes pueden ayudarse del tablero vacio que les pongo mas abajo.

Las blancas dan jaque mate en 2 jugadas:

  1) Blancas: Rh6, Df1, Aa1; Negras: Rg8, h7
  2) Blancas: Rc2, Tb3, Ac1, c3; Negras: Ra1, a2, a3
  3) Blancas: Rd3, De4, Ac6; Negras: Ra6, a5, b6
  4) Blancas: Rb2, Ae1, Dg1, b3; Negras: Rb5, a6, c6
  5) Blancas: Rh4, Da1, Ab2; Negras: Rh7, Af7, h6


jueves, 10 de marzo de 2016

Una noche de pic nic en el bosque; Complicaciones Irracionales

La siguiente partida, la cual no figura en las bases de datos, apareció en uno de los primeros números de la famosa revista rusa "64" del 2000. Su interés principal para "ameritar" entrar en mi cuaderno radica en el hecho de que es muy original y sumamente compleja. En definitiva un instructivo ejemplo para el cual poder trabajar el tema de "Complicaciones Irracionales".
Como tengo una gran sensación de desagrado cuando las posiciones toman este caris le he pedido al MN Guillermo Carvalho que también la analice.








¿Cómo podemos entrenarnos para jugar en este tipo de posiciones? En especial les sugiero a todos los jugadores que sienten el mismo tipo de sensación de desagrado ante este tipo de posiciones que menciono en los comentarios, que hagan un trabajo serio al respecto pues deben comprender que este tipo de posiciones sí se van a presentar en su práctica. Como siempre: lo primero es llegar a conocer y aprender los principios que la práctica ha ido formulando con el paso de los años para esas posiciones - en nuestro caso ellos figuran en los comentarios - unido con una práctica deliberada con el fin de mejorar nuestro desempeño en estas situaciones. ¿Y cómo podemos hacer esta práctica deliberada? Aquí la situación se complica, lamentablemente en la literatura ajedrecistica este tema se ha tocado muy poco. Si bien existe algún que otro artículo, por ejemplo este de hace unos años de Mark Dvoretsky para chesscafe.com que pueden bajar: https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=2&ved=0ahUKEwiylvCZo7bLAhXH9R4KHdznBYkQFggoMAE&url=http%3A%2F%2Fbillwall.phpwebhosting.com%2Fdvoretsky%2Fdvoretsky04.pdf&usg=AFQjCNEURGt050Ny_ata8vMxaJ7aAn6npw&sig2=yo9-JDeKCjBPULdWh4llIw&cad=rja. Luego este artículo apareció en su libro "Analytical Manual" con algunas correcciones pero el citado artículo puede ser un buen punto de inicio. Si luego necesitan más ejemplos para trabajar les sugiero buscar en las bases partidas donde se haya jugado la siguiente variante de la siciliana: 1.e4 c5 2.Cf3 d6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5.Cc3 a6 6.Ae3 e6 7.g4 e5 8.Cf5 g6 9.g5 la cual suele llevar a posiciones muy caóticas.