Cuándo sí tiene sentido tender una celada

La editorial Chessy tiene planeado lanzar próximamente un nuevo libro de "¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán!", más conocido por todos ustedes como mi "Guru" el MI Mark Dvoretsky. La editorial dice un libro, pero yo espero deseo, suplico que sean los dos últimos que ha escrito el celebre autor.

La idea del libro no es otra que enseñarnos a "entender", "hacerla carne", fundirla en nuestro ser, la siguiente frase del GM Bent Larsen que si bien no figura en dicho libro sí lo representa: ".... hay que estudiar y analizar bien, sin optimismos... Siempre buscando, para reducir la cantidad de errores. Al otro lado está alguien que quiere darte mate."

Como medio de difusión, la editorial, a través del GM Alfonso Romero, ha compartido, en facebook, el siguiente fragmento de su libro que no puedo resistir compartir con todos ustedes. 

Mark Dvoretsky:
 Veamos otro ejemplo de celada que pasó desapercibida para ambos adversarios.

Juegan negras ante la sencilla amenaza Rc2, Tb3. ¿Qué hacer?

Reproducimos el contenido de los comentarios de Ian Rogers en el número 10 de la revista “64, Reseña ajedrecística” del año 2012. El gran maestro, presente en el torneo, transmitió perfectamente la percepción
de este episodio como participante y como espectador.
 
Las negras jugaron 45 ... f5 

“Esta era mi única posibilidad; las blancas amenazaban colocar el rey en c2 y jugar Tb3” (Karjakin).
 
46 Td5
 
“Tal vez debí jugar 46 f3, pero estaba seguro de que las blancas prácticamente ganaban después del cambio de torres “ (Carlsen). Yo añadiría que a 46 f3 las negras responden 46 ... f4 47 g4 Th8! 48 Tb3 Txh4 49 Tb7 Th2+ con suficiente contrajuego.

46 ... Td8 47 Txd8 Axd8 48 Rd3
 
Karjakin logró hacer tablas milagrosamente.
 
48 ... f4! 49 Re2 g5! 50 gxf4 exf4 51 hxg5 Axg5 52 Rf3 Ah4! 53 a4 a6 54 b3 g5 55 Ca5 Re5 56 Cc6+ Rd6 57 Ca5 Re5 58 Cc4+ Rd4 59 a5 Axf2! 60 Rxf2 Rxe4 61 Cd6+ Rd5 62 Ce8 Rc6 63 Cf6 Rb5 64 Ce4 g4 65 Re2 Rxa5 66 Cxc5 Rb4 67 Cxa6+ Rxb3 Tablas.

Tras la partida, con la ayuda del cerebro de silicio, el gran maestro Milos mostró un truco divertido, que escapó a ambas partes: 46 ... Txb2+!! 47 Cxb2 fxe4! La torre blanca ha caído en la trampa. (Advierto que aquí el resultado más probable hubiera sido el de tablas: después de 48 Td3!? exd3 49 Rxd3 Rd5 50 f3 o 48 Td7!? Rxd7 49 Re3 Rc6 50 Rxe4 Rb5 51 Rd5 el peón de más de las negras no juega un papel decisivo).

“¡Qué bonito! 46 ... Txb2!” – exclamó Karjakin.
“Bye”, - fue lo más que pudo decir Carlsen.

¿Qué es esto?, ¿los supergrandesmaestros flojean y no advierten un sencillo golpe táctico?
 
La respuesta a esta pregunta la dio hace siglos William Shakespeare: el problema no está en ellos, sino en nosotros. Con la actual facilidad de acceso a los ordenadores, cualquier error de los jugadores de élite es conocido por el gran público instantáneamente. Antes, las jugadas del tipo de 46 ... Txb2+!! solían descubrirse meses o incluso años después, cuando algún aficionado muy meticuloso enviaba una carta a Larry Evans en Chess Life. Hoy en día los errores se advierten rápidamente, pero dime, ¿alguien duda de que Carlsen y Karjakin sean personas de carne y hueso, y no robots ajedrecísticos?
Y además, ¿alguien de ustedes vio 46 ... Txb2+!! sin ayuda del ordenador?
Sin embargo, alguien lo vio, Fabiano Caruana. (¿No había dicho que estaba en buena forma?) Contemplando la partida, Fabiano se quedó muy sorprendido cuando Karjakin jugó 45 ... f5 – “¿cómo puede permitir 46 Td5? Pasó un par de segundos, y ... “Sí, qué brillante celada de Karjakin: las negras disponen de la respuesta 46 ... Txb2+!!” Por desgracia, la fe del italiano en el genio de Karjakin sufrió una tremenda decepción a la jugada siguiente.
 
Cuando elegimos en una partida entre uno u otro camino, si son aproximadamente iguales, tiene sentido dar preferencia a la continuación en la que exista una mayor probabilidad de que nuestro oponente cometa un error. En este tipo de casos solo tenemos derecho a hablar de celada con un considerable grado de condicionalidad, aunque de todos modos de hecho se trata también de un “engaño”.

Gracias a la editorial Chessy por darnos permiso de usar este material.