miércoles, 10 de octubre de 2012

Estudio de los Clásicos

Hoy vamos a hablar un poco a cerca de los libros clásicos y la "correcta"- al menos para mi, por supuesto- manera de apreciarlos en nuestra era llena de potentes motores capaces de mostrarnos muchos errores de análisis que pueden poner en entredicho o incluso dar vuelta totalmente a un ejemplo dado.

Debe haber muy pocos libros clásicos que sean tan nombrados y apreciados por tantos jugadores, muchos de ellos entre los más destacados del mundo, como Ajedrez de Torneo de David Bronstein, así que me parece apropiado usarlo como referencia para nuestro tema.

¿Por qué razón un libro se vuelve un clásico? Esta pregunta no es muy fácil de responder deben haber una gran cantidad de razones, sin embargo, hay dos puntos que me parecen indispensables: gran explicación sobre conceptos y una serie de nuevas ideas -una nueva forma de ver las cosas o un tema- que son aportadas.

No creo estar muy errado ya que los conceptos e ideas tienden a ser más generales y por tanto abren un gran abanico de posibilidades para ser luego aplicadas en situaciones similares. En cambio las variantes y líneas mostradas son concretas a la situación presente en esa posición particular.

En el libro de Bronstein no hay que ir muy lejos para toparnos con una explicación conceptual magnifica. Ya en la la introducción a la primera partida que nos va a mostrar, el maestro se despacha con lo siguiente:

"He sospechado durante mucho tiempo que, cuando los libros que he leído comenzaban a discutir el tema de casillas negras débiles o ataque por casillas negras, el tema en cuestión no sólo estaba más allá de mi comprensión sino que incluso más allá de la compresión de los propios autores de tales libros. "Ciertamente", me decía a mi mismo, “debe ser verdad que las casillas negras de mi rival son débiles si sus peones están situados en casillas blancas y el ha perdido su alfil de casillas negras. Pero si él, en ese caso, retira   sus piezas de las casillas negras, ¿qué me quedará para atacar?”. Tal era mi línea de razonamiento, hasta que un día me dí cuenta que debilidad de casillas negras es también debilidad de las piezas y peones que se encuentran en casillas blancas.  El punto de un ataque sobre casillas negras es que, al poner mis peones y piezas en casillas negras, ataco las piezas y peones  de mi oponente en las casillas blancas."  
(Aclaro que esta es una traducción propia de la versión inglesa del citado libro, por que me gusta más que la versión que aparece en la edición española)

¿Qué se puede decir a continuación de semejante elocuencia y facilidad para trasmitir un concepto con el que solemos encontrarnos a cada rato en libros o artículos técnicos? Para estos casos, en Uruguay solemos decir simplemente: "cerrá y vamos".

Pero claro, si usted es como yo, supongo que ahora usted pretende que Bronstein nos muestre un ejemplo perfecto -uno donde todo encaje como la maquinaria de un reloj suizo- para demostrar su punto. 
Bueno veamos que nos ofrece el maestro:
La siguiente posición surgió tras la jugada 24 del negro en la partida  Szabo - Geller, 1ra ronda de Zurich 1953.

 
25.Dc5

Una continuación consistente, aunque anonadina. 

Mucho más enérgica era 25.Da7! manteniendo el control de las casillas negras y atacando las piezas negras instaladas en casillas de color opuesto. Las negras no podrían expulsar la dama blanca con  25...Ta8 , por la evidente 26.Axd5+  ( y si 25...Rf8 26.Cd3 Ta8 27.Dc5 ocupando la casilla deseada tras el cambio de damas.; Por fin , si 25...Td7, sería posible una pequeña y elegante combinación 26.Dxb7! y de ser capturada la dama Txb7 27.Axd5+ seguido de Tc8 conduciría a la total aniquilación de las fuerzas negras; Tal vez las negras tuviesen intención de responder a 25.Da7 con 25...e4 y si 26.Axe4, no 26... Cf4 (que sería refuta con 27.Af3), sino 26... Dxe4 27.Dxb7 Dxe2, con juego incierto. Sin embargo, tras 25... e4 el alfil blanco podría abandonar la diagonal bloqueada por la adyacente: 26.Ah3, donde estaría bien situado.)

25...Dxc5 26.bxc5  

[Las blancas con 26.Txc5 mantendrían una clara superioridad en el final, pero Szabo probablemente pensó que podría forzar el triunfo combinando la clavada del caballo con la amenaza de avanzar el peón c. Las negras, no obstante pudieron encontrar la maniobra defensiva Td7-e7-d7.] 

26...Ac6 27.Td1 Td7 28.Ah3 Te7 29.Cc2 a5 30.Ag2 Td7 31.Ah3 Te7 32.Rf1 Rf7 33.Re1 Tc7 34.Td3 Ab7 35.Ce3 Txc5 36.Cf5 Ac6 37.Cd6+ Rf8 38.Ag2 g6 39.Rd2 Re7 40.Ce4 Tc4 41.f3 f5 42.Cf2 Ta4 43.Cd1 e4 44.fxe4 fxe4 45.Tb3 Td4+ 46.Rc1 b4 47.Ce3 Cc3 48.axb4 Cxe2+ 49.Rb1 Aa4 50.Tb2 Cc3+ 51.Rc1 axb4 52.Td2 Txd2 53.Rxd2 Rd6 54.Cg4 Rc5 55.h4 Rd4 56.h5 gxh5 57.Ce3 Cb1+ 58.Re2 Ab5+ 59.Rf2 b3 0–1

Está bien, no era lo que esperábamos, no fue una partida sobre el tema sino una posibilidad que fue pasada por alto por Szabo me refiero a la posibilidad de 25.Da7. Recuerde, que en esencia, Bronstein, no estaba escribiendo un manual sobre el medio juego ni nada parecido sino que su campo de acción estaba limitando a lo que aconteció en el torneo candidatos de 1953. 

Ahora intentemos ver que opinión le merece a Houdini la interesante idea de Bronstein 25.Da7 y las variantes mostradas por el GM en su libro.
En la variante 25... Rf8 no le convence 26.Cd3 debido a 26... Ac8 a ver, sigamos esta línea un poco más: 27.Dxe7 Cxe7 y las negras van resolviendo sus problemas ya que 28.Cc5 ofrece buen contra juego al negro tras 28... Td2.
Sin embargo, lo que más molesta del análisis del libro es que tras 25... e4 Houdini considera que la idea de Bronstein de continuar con 26.Ah3 no da nada y que el negro no tiene ningún problema.
Esto pone en duda el símbolo añadido a 25.Da7. Si esto es así, A caso: ¿quiere decir que el concepto, que estaba tras la jugada y que había sido presentado por David Bronstein en su introducción a la partida, era equivocado?
No, nada de eso! Resulta que el ajedrez es un juego tan complejo que es muy dífícil poner un ejemplo que sea perfecto para transmitir un concepto y/o idea. Esto es lo que precisamente debemos tener presente al estudiar los clásicos. Posiblemente muchos de sus ejemplos contengan errores de análisis pero sin embargo lo que puede ser útil para nuestros intereses es lograr comprender los conceptos e ideas en ellos vertidos.
La frase, que se usa muchas veces para las aperturas creo que también cabe en este punto,: "Las variantes pasan las ideas quedan."

Mi conclusión es la siguiente: Los clásicos siguen siendo útiles para nosotros siempre y cuando tengamos presentes que muchas de sus variantes puntuales ya no pueden pasar el examen de un motor.

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